terça-feira, 30 de abril de 2013

Peniche. Fins de Abril de 2013

Península







Baleal




Pôr-do-sol em São Bernardino










segunda-feira, 29 de abril de 2013

domingo, 28 de abril de 2013

Metamorfose mágica: Paris! Aquilino Ribeiro


Quando se vai de Barrelas para Moimenta da Beira, logo adiante da Soutosa, à esquerda, encontra-se Ariz. Um dia, mão chocarreira propôs a este nome, com um bocado de carvão, nas placas da estrada, um P.
Graças a tal enxerto, a localidade mais ínfima da Beira tornou-se a cidade mais orgulhosa do Universo. Fabulosa imaginação, a do alfabeto!

Aquilino Ribeiro, Geografia Sentimental. História, Paisagem, Folclore. Lisboa, Bertrand, 2007, p. 34.

sábado, 27 de abril de 2013

Cómo viajar con un salmón. Umberto Eco

Por lo que se lee en los periódicos, dos son los temas que dominan nuestro tiempo : la invasión de las computadoras y el acuciante avance del 3º mundo. Es verdad, y yo bien lo sé.
Mi viaje hace unos días era breve: un día en Estocolmo y tres en Londres. En Estocolmo me sobró tiempo para comprar un salmón ahumado, enorme, a un precio tirado. Estaba cuidadosamente envuelto en plástico, pero me dijeron que si estaba de viaje era mejor tenerlo en un lugar fresco. Fácil de decir.
Afortunadamente, en Londres, mi editor me había reservado una habitación en un hotel de lujo, dotado de heladera. Una vez llegado al hotel, tuve la impresión de estar en una legación de Pekín  durante la sublevación de los Boxers.
Familias acampadas en el hall, viajeros envueltos en mantas, durmiendo sobre su equipaje. Me informo por los empleados, todos indios más algún malayo. Me dicen que justo el día antes, ese gran hotel había instalado un sistema informático que, por defecto de instalación, hacía dos horas que se había averiado. No se podía saber qué habitación estaba libre y cuál ocupada. Era necesario esperar.
Por la tarde la computadora fue reparada y conseguí entrar en mi habitación. Preocupado por mi salmón, lo extraje de mi valija y busqué la heladera.
En general, las heladeras de los hoteles normales contienen dos cervezas, dos aguas minerales, algunas botellitas mignon, algún jugo de frutas y dos paquetes de maníes. La de mi hotel, grandísima, contenía cincuenta botellitas entre whisky, ginebra, Drambuie, Courvoisier, Grand Marnier y Calvados; ocho botellitas de Perrier, dos de Vitelloise y dos de Evian; tres botellas de tamaño medio de champagne; algunas latas de cervezas holandesas y alemanas; vino blanco italiano y francés; maníes, galletitas saladas, almendras, bombones y Alka Seltzer. No había sitio para el salmón.
Abrí dos cajones espaciosos y pude dentro todo el contenido de la heladera, luego coloqué el salmón al frío y me desentendí. Cuando volví, al día siguiente a las cuatro, el salmón estaba sobre la mesa y la heladera había sido llenada de nuevo hasta el tope con productos preciosos. Abrí los cajones y vi que todo el material escondido en ellos el día antes aún estaba allí. Llamé a la recepción y dije que advirtieran al personal de la planta que si encontraban la heladera vacía no era porque lo hubiera consumido todo, sino a causa del salmón. Me respondieron que era necesario pasar la información a la computadora central, sobre todo porque la mayor parte del personal no hablaba inglés y no podía recibir órdenes de palabra, sino instrucciones en Basic.
Abrí otros dos cajones y trasladé el nuevo contenido de la heladera, en la que instalé a continuación mi salmón. Al día siguiente, a las cuatro, el salmón estaba sobre la mesa, y ya emanaba un olor sospechoso. La heladera rebosaba de botellas y botellitas. Llamé a recepción y me dijeron que había habido un nuevo percance con la computadora. Volví a llamar a la recepción e intenté explicarle mi caso a un tipo que llevaba el pelo recogido en un moño sobre la nuca: pero hablaba sólo un dialecto que, como un colega antropólogo me explicaría más tarde, se practicaba sólo en el Kefiristán en los tiempos en que Alejandro Magno se desposaba con Roxana.
A la mañana siguiente, bajé a firmar la cuenta. Era astronómica. Resultaba que había consumido, en dos días y medio, algunos hectolitros de Veuve Clicquot, diez litros de whiskies diferentes, incluídos algunos gran reserva selectísimos, ocho litros de ginebra, veinticinco litros entre Perrier y Evian, más algunas botellas de naranjada, tantos jugos de fruta como hubieran sido necesarios para calmar la sed a todos los niños asistidos por la UNICEF, tantas almendras, nueces y maníes que harían vomitar a un encargado de la autopsia de los personajes de La Grande Bouffe. Intenté explicarlo, pero el empleado, sonriendo con los dientes ennegrecidos por el betel, me aseguró que la computadora decía eso. Pedí un abogado y me trajeron una palta.
Mi editor ahora está furioso y me considera un parásito. El salmón es incomible. Mis hijos me han dicho que debería beber un poco menos.

Publicado em  Segundo diario mínimo, 1986.

sexta-feira, 26 de abril de 2013

As linhas de metro, de facto, como as da mão, cruzam-se. Marc Augé


Em suma, sempre houve estações de metro na minha vida escolar, profissional e familiar; posso dar conta desse “estado civil” com termos precisos, do tipo dos que usamos num curriculum vitae. Nesse aspecto, os meus itinerários são semelhantes aos de outros, que acompanho todos os dias no metro, desconhecendo em que escola andaram, onde viveram e trabalharam, donde vêm e para onde vão. No momento em que os nossos olhares se encontram para logo se desviarem, depois de por breves instantes às vezes de terem detido, talvez eles também estejam em vias de traçar um balanço, de fazer um ponto de situação e, quem sabe?, encarar uma mudança de vida e, acessoriamente, de linha de metro.
As linhas de metro, de facto, como as da mão, cruzam-se; não apenas no plano em que se desenrolam e ordenam as ligações dos seus percursos multicores, mas na vida e na cabeça de cada um. Sucede aliás que elas se cruzam sem se cruzar, justamente à maneira das linhas da mão; parece que se ignoram, auto-suficientes e monocromáticas, traços que ligam definitivamente um ponto a outro sem se preocuparem com ramificações mais discretas que possibilitam a quem delas se sirva mudar radicalmente de orientação. Na terminologia do utente do metro, convém para obter esse resultado, “mudar duas vezes”.

Marc Augé, Un Ethnologue dans le Métro. Paris, Librairie Arthème Fayard/Pluriel, 2013, p. 11-12.

quinta-feira, 25 de abril de 2013

A viagem que pôs fim ao Regime Autoritário. "Não pensasse que a guerra era feita por um simples Capitão". Salgueiro Maia

ESCOLA PRÁTICA DE CAVALARIA
RELATÓRIO DA OPERAÇÃO FIM - REGIME

Referências: Carta Topográfica de Lisboa - Escala aprox. 1/25000

1. SITUAÇAO
a. Forças IN - Conforme ordem de operações MOFA 23/12/Abril/74; b. Forças amigas - Idem; c. Reforços - Nada.

2. MISSÃO
Instalar em Lisboa controlando os acessos ao Banco de Portugal, Companhia Portuguesa Rádio Marconi e Terreiro do Paço estabelecer ligação com o P.C. na sede de ligação FOXTROT 2.

3. EXECUÇAO
a. Conceito da Operação - Deslocar na madrugada de 25 de Abril de 74 um Esq. Rec. a 10 Viaturas Blindadas e um Esq. de Atiradores a 160 homens com 12 Viaturas de transporte pessoal, 2 Ambulâncias e 1 Jeep. Estas forças deviam Iniciar o movimento pelas 3 horas e deslocar-se o mais rapidamente possível afim de entrar em posição ainda de noite. b. Constituição da Força: COMANDANTE – CAP. CAV. Salgueiro Maia; CMDT Esq. Atir. Auto Transportado – CAP. CAV. Tavares de Almeida; CMDT Esq. Rec. - TEN CAV. Santos Silva; 1. PEl. ATlR. - ALF. GRAD. CAV. Marcelino; 1.0 Cabo Mil. Azevedo, 4 COM; 1.0 Cabo Mil. Mata, 2 CSM; 1. Cabo Mil. Tomás, 4 Praças; 2.° PEL. ATIR. - ALF. MIL. CAV. David; Furriel Mil. Oliveira. 4 COM; Furriel Mil. L. Carvalho, 8 CSM; Furriel Mil. S. Sousa, 4 Praças; 3.° PEL. ATIR. - ALF. MIL CAV. Ribeiro; Furriel Mil. Costa; Furriel Mil. Sena, 4 COM; Furriel Mil. Duarte, 12 CSM. 4.° PEL. ATlR. - AlF. GRAD. CAV. Medeiro; Furriel Mil. Marques, 4 COM; Furriel Mil. Neto, 8 CSM; 1.0 Cabo MIL. Simões, 4 Praças. 5.° PEL. ATlR. - AlF. OEO CAV Graça; Furriel Mil. Santos, 4 COM; Furriel Mil. Mendes, 8 CSM; Furriel Mil. C. Rodrigues, 4 Praças. 6.° PEL. ATIR. - ALF. MIL. CAV Beato; Furriel Mil. Rodrigues, 4 COM; Furriel Mil. N. Cardoso, 8 CSM; 1.° Cabo Mil. Alexandre, 4 Praças. 7.° PEL. ATlR. - ALF. GRAD. CAV. Rodrigues; Furriel Mil. Guerreiro, 4 COM; 1.0 Cabo Mil. Vasconcelos, 13 CSM; 8.° PEl. ATlR. - TEN. MIL. CAV. Sousa e Silva; Furriel Mil. Correia, 4 COM; Furriel Mil. Constantino, 2 CSM; Furriel Mil. R. Carvalho, 4 Praças. 1.0 PEL. REC. - EBR. 1ª - ALF. MIL. CAV Loureiro; Furriel Mil. Lutas. 1 Praça; 1.0 Cabo Mil. Rolo. 2.a - ALF. MIL. CAV. Clímaco Pereira; Furriel Mil. Gonçalves, 2 Praças. 3.a - ASP. MIL. CAV. Sampaio; Furriel Mil. Henrique Silva, 2 Praças. m. - Furriel Mil. Sebastião Silva, 4 Cabos, 5 Praças. 2.° PEL. REC. AML - CHAIMITE – 1ª - TEN CAV. Santos Silva; Furriel Mil. Carmona, 1 Praça. V - ALF. CAV. Cardoso, 2 Praças. 1ª - ASP. Rlcciardi; Furriel Mil. Correia da Silva, 9 Praças. 2.a_ Furriel Mil. Cabral; Furriel Mil. Raposeiro. 8 Praças. 3.° PEL. REC. MISTO. 3.° PEL. REC. MISTO - HUBER - ALF. Mil CAV. Pedrosa de Oliveira; Furriel Mil. Pimenta, 1 Praça. FOX - Furriel Mil. O. Matos, 1 Praça. COMANDO - TEN CAV. Correia Assunção; Furriel Mil. IIharco; 1 Cabo Mil. Lebreiro, 1 Praça. Em Viatura Civil à frente da Coluna: ASP. MIL. CAV. Laranjeira; ASP. MIL. Cav. Calado de Oliveira; ASP. MIL. CAV Mota de Oliveira.

C. Desenrolar da Acção

Pelas 23.20 horas de 23 de Abril 74, fui informado pelos Tens. Cav. Santos Silva e Sardinha que um contacto do Movimento se encontrava na Pastelaria Bijou, tendo-me deslocado ao referido local encontrei o Sr. Capitão CAV. Valente e ADM. MIL. Torres que conduzi ao meu carro, tendo posteriormente estacionado em frente ao portão Chaimite na Rua que conduz ao Liceu. Nessa altura recebi a Ordem de operações assim como outras directivas. Durante o espaço de tempo que durou o contacto, fui vigiado e posteriormente seguido por 2 homens que se deslocavam num Toyota - Corola novo, de cor amarela e matricula LA-90-83.
No dia 24 pela Manhã, foram contactados os primeiros Furriéis Milicianos visto que a Ideia de manobra era s6 de conhecimento de 6 Oficiais do O.P. e 3 Oficiais Milicianos. Os Furriéis Mil. Contactados mostraram-se totalmente colaborantes e prontos a contactar outro pessoal.
A adesão dos graduados Milicianos foi total e dedicaram-se todo o dia com afinco a organizar e a apresentar material.
Como a Escola estava vigiada pela D.G.S. e a fim de não se notar algo diferente no movimento normal os Graduados aliciados entraram no Quartel à civil e individualmente até ao fechar da Porta de Armas pelas ,-.1,30 h., dirigindo-se Imediatamente aos quartos onde se combinaram em pormenor as operações a desenrolar e o dispositivo a adoptar ao mesmo tempo que escutavam as Emissões dos EAL. e Rádio Renascença a fim de ouvir o sinal de execução.

Pelas 00.45 h. o Exmo. Major CAV. Costa Ferreira. Capitães CAV. Garcia Correia, Bernardo e Aguiar tentaram aliciar o 2.° Comandante da E. P. C. TEN. COR. Sanches, único Oficial superior que permanecia no Quartel.
Posteriormente foram ao Gabinete todos os Oficiais para informar que o apoio ao Movimento era total, mas não houve adesão do 2.° Comandante. Pelas 1,30 h. Deu-se ordem para acordar todo o pessoal e formarem na Parada onde cada Comandante de Esquadrão pôs ao corrente a situação o pessoal sob as suas ordens e da parte destes a adesão foi total ao ponto de a quase totalidade quererem marchar sobre Lisboa.

Pelas 3.20 h. o pessoal encontrava-se equipado, armado e municiado e com 2 rações de combate por homem. Pelas 3.30 h. saiu-se da E. P. C. com destino ao Terreiro do Paço que foi alcançado sem dificuldades de maior.

Pelas 5.30 h. No itinerário para o Terreiro do Paço passamos por viaturas da Polícia Segurança Pública no Campo Grande e Polícia de Choque na Avenida Fontes Pereira de Meio. As referidas forças não se manifestaram. Antes de alcançar Entrecampos fomos contactados pelo Exmo. Major Arruda que se deslocava num Austin Mini creme. Na altura da entrada em dispositivo no Terreiro do Paço a P.S.P. que cercava a zona não interferiu na nossa acção e colaborou no isolar da mesma para com a população. Ao mesmo tempo entrava na zona um pelotão reforçado AML/Chamlte do R.C. 7 comandado pelo Alferes Mil. David e Silva que aderiu de imediato ao Movimento. O Ministério do Exército era guardado por 2 Pelotões P. M. comandados pelos Aspirantes Saldida e outro que também de Imediato se colocaram sob as minhas ordens e foram ocupar o lado oposto do Edifício do Ministério, conforme lhes ordenei. Deste pessoal 7 homens permaneceram dentro do Ministério por as portas se encontrarem fechadas tendo sido a estes homens que o Ministro do Exército deu ordens para abrir um buraco na parede de ligação com o Ministério da Marinha por onde fugiu.

Pelas 7 h. da manhã surgiu do lado da Ribeira das Naus um Pelotão de Rec. Panhard do R.C. 7 comandada pelo Exmo. TEN.-COR. Ferrand de Almeida que posto perante o dilema de ter que disparar ou se render optou pelo segundo.
A prisão do referido Oficial foi efectuada debaixo da Janela do Ministério com os EX-Ministros a assistirem, tendo um deles várias vezes chamado o referido Oficial que lhes respondeu não poder ir por se encontrar preso. Pouco depois surgiram forças da G.N.R. do lado do Campo das Cebolas. Tendo chegado à fala com o Comando destas forças aconselhei-o a abandonar a zona visto não ter potencial para se bater comigo, no que fui obedecido; pouco depois de ocupar posições na zona apresentou-se-me às ordens o CMDT. da 1.8 Divisão da P.S.P. Cap. Martez Soares a quem ordenei que o pessoal da referida corporação não se devia manifestar mas sim contribuir para descongestionar o trânsito na zona.

Entretanto pelas 9 h. foi pedido um reforço pelo B.C. 5 para o QG./R.M.L. pelo qual eu mandei seguir para o local uma AML e uma ETT comandadas respectivamente pelo Alferes Graduado de Cavalaria Marcelino e Aps. Mil . Cav . Ricciardi, chegados ao O.G. a força apresentou-se ao Sr. Cap. Inf. Bicho Beatrlz CMDT da C.C.A.Ç. que ocupava a zona.
Por ordem do CMDT da C.C.A.Ç. foi colocada a AML no cruzamento da Avenida António Augusto de Aguiar com a Avenida Marquês de Fronteira e a ETT no cruzamento da Avenida Duque de Ávila com a Rua Marquês Sá da Bandeira mantendo-se nessas posições até às 19 h., hora a que foi mandada regressar para junto do meu Comando.

Pelas 10 h. surgiu uma força comandada pelo Brigadeiro Junqueira Reis e constituída por 4 C.C.M/47, 1 Companhia de Caç. do RI. 1 e alguns pelotões de P.M.

O referido Brigadeiro dividiu as suas forças em 2 núcleos que progrediam respectivamente pela Rua Ribeira das Naus e Rua do Arsenal. No 1.° junto às viaturas blindadas comandadas pelo Alferes Mil. Sotto Mayor acompanhado pelo Major de Cav. Pato Anselmo que depois de várias negociações se considerou prisioneiro, antes disso tentei dialogar com o referido Brigadeiro no lado da Ribeira das Naus mas o mesmo exigia que eu fosse ter com ele atrás das forças que comandava e eu que ele viesse a meio do espaço que nos separava. Ordenou ao Alferes Mil. de Cav. Sotto Mayor para abrir fogo sobre mim com as peças do CC M/47 mas não foi obedecido tendo de imediato ordenado a prisão do referido Oficial declarando-lhe que: -você já estragou a sua vida-o Deu ordem aos apontadores dos CC M/47 e aos atiradores que progrediam atrás dos Blindados também para abrir fogo, mas não foi obedecido; nesta altura o referido Oficial General disparou alguns tiros para o ar tentando que as NT lhes respondessem. Não houve troca de tiros.
As negociações com o Major Pato Anselmo foram orientadas pelo Major Inf. Com. Neves, Cap. Cav. Tavares de Almeida e Alferes Mil. Cav. Maia Loureiro.

Logo que o Major Pato Anselmo se rendeu mandou-se voltar as torres dos CC M/47 e avançar na nossa Direcção no que fomos obedecidos. Os PM. que progrediam atrás dos CC M/47 e outros que se encontravam no mirante antes do Cais do Sodré vieram entregar-se.

Na rua do Arsenal as negociações foram feitas pelos Tenentes CAV. Santos Silva e Assunção e Furriel Mil. Cav. J. Nunes do R.C. 7 que se tinha passado para o nosso lado. O furriel Mil. J. Nunes iniciou um movimento até junto dos CC M/47 afim de informar o Brigadeiro Reis de que devia vir a meio caminho estabelecer conversações. Tendo andado cerca de 5 metros precedido pelo Ten. Cav. Santos Silva o Brigadeiro Reis abriu fogo na nossa direcção pelo que ambos se viram na contingência de ocupar as anteriores posições de defesa. Nessa altura o Ten. Cav. Santos Silva voltou à Praça do Comércio Informando os acontecimentos. Na mesma altura em que o Ten. Santos Silva regressava à Praça do Comércio o Ten. Cav. Assunção alheio aos incidentes verificados dirigiu-se à Rua do Arsenal e procurou entabular conversações, tendo-se dirigido ao outro lado pedindo a vinda ao meio do caminho do Brig. Reis o que não lhe foi concedido, prosseguindo por isso até junto dos CC M/47. Nessa altura o Brig. Reis mandou abrir fogo sobre o TEN. CAV Assunção não tendo sido obedecido pelos soldados tendo-se o Exmo. Cor. Romeiras Interposto entre as armas e o referido Tenente aconselhando calma ao Brig. Reis que nessa altura agrediu o TEN. Assunção com 3 murros. Devido ao insucesso das conversações o TEN. Assunção voltou às suas linhas. Depois das 9 h. começou a circular na nossa frente a fragata F-743. Dei ordem para que o 1.° Oficial Superior da Marinha que chegasse junto ao cerco fosse conduzido à minha presença. Tendo-me surgido um Oficial Superior da Marinha cuja identificação não recordo, pu-lo ao corrente da situação pois necessitava de saber se devia abrir fogo contra o barco ou não pois que isso obrigava a alterar o dispositivo e a colocar as EBn em frente ao referido barco; O Oficial da Marinha declarou-me que ia saber o que se passava e posteriormente fui informado de que o barco se encontrava ali por ordem do Governo mas que não disparava contra nós.
Pela 1 h. surgiu um grupo de Comandos comandado pelo Exmo. Major Neves levando sob as suas ordens vários oficiais alguns dos quais à civil. Major Neves entrou no Ministério a fim de prender os Ministros e passou revista aos mesmos. Também por esta altura surgiu o Exmo. Ten.Cor. Cav. Correia de Campos que passou a comandar os operações no Terreiro do Paço.
Posteriormente chegou à civil à Zona de Operações o Exmo. Cor. Cav. Francisco de Morais que manifestou a sua total adesão ao Movimento e nos deu os parabéns. Tendo-se constatado a fuga dos Ministros e a não existência na Zona ocupada de objectivos remuneradores o Exmo. Coronel Correia de Campos propôs ao P.C. a escolha de outros objectivos no que foi atendido. Propus a divisão do nosso efectivo em duas forças, sendo uma formada pelo pessoal da E.P.C. e outra pelos aderentes R.C. 7, R.L. 2 e R.L. 1 comandadas pelos Tenentes de Cavalaria Cadete e Balula Cid., tendo-se estes dirigido para o Q.G. da Legião Portuguesa na Penha de França. À minha coluna progrediu pela Rua Augusta em direcção ao Rossio sendo aclamada em apoteose pela população durante todo o trajecto até ao Carmo.
Ao chegar ao Largo do Rossio encontrei uma coluna auto transportando uma companhia de atiradores do RI 1 cujo Comandante Cap. Inf. Fernandes me declarou estar ali por ordem do Governo para me não deixar passar mas estava às minhas ordens. Disse-lhe para seguir atrás de minha coluna até ao Carmo, no que fui obedecido.
Pelo meio-dia e trinta cerquei o quartel da G.N.R. do Carmo. Foi bastante importante o apoio dado pela população no realizar destas operações pois que além de me indicarem todos os locais que dominavam o Ouartel e as portas de saída à este, abriram portas varandas e acessos a telhados para que a nossa posição fosse mais dominante e eficaz. Também nesta altura começaram a surgir populares com alimentos e comida que distribuíram pelos soldados.
Passei novamente a comandar as forças pela ausência do Exmo. Coronel Correia de Campos que foi receber ordens ao P.C.
Pouco depois populares vieram-me informar que estávamos a ser cercados por 2 Companhias da G.N.R. e outra da polícia de choque, como não tinham viaturas blindadas não me preocupei com o assunto. Posteriormente fui informado que o Brigadeiro Junqueira dos Reis comandando viaturas blindadas e outra companhia do R.1. 1 se encontrava também a cercar as N.T. Pelas 14 horas surgiu-me um sargento do R.1. 1 a dizer que o pessoal se encontrava disposto a passar para o nosso lado. Respondi-lhe que poderiam vir e indiquei-lhe o caminho. O pessoal do R.1. 1 pôs a arma em bandoleira, misturou-se com a população e passou-se para o nosso lado. Tive também notícias que a tripulação de um C.C. tinha abandonado o mesmo.
Para complicar mais a situação das tropas fiéis ao Governo surgiu um esquadrão do R.C. 3 comandado pelo Cap. Cav. Ferreira que cercou o que restava das tropas do Brig. J. Reis. Entretanto recebi ordem para obrigar à rendição do Quartel do Carmo. A ordem foi escrita pelo Exmo. Major Otelo Saraiva de Carvalho e transportada pelo Cap. Art. Rosado da Luz e dizia:

SALGUEIRO MAlA:
Tentámos fazer um ultimato ao QG/GNR para entrega do Presidente do Conselho sem grandes resultados. Os tipos desligam o telefone ou retardam a chamada dizendo que vão ver se as pessoas estão.
Com o megafone tentei entrar em comunicações e fazer um aviso - ultimato para rendição. Eu já ameacei o Cor. Ferrari mas ele parece não ter acreditado. Com auto-metradalhora rebenta fechaduras do portão para verem que é a sério. Julgo que não reagirão. Felicidades. Um abraço - OTELO.

Pelas 15.10 horas com megafone solicitei a rendição do Carmo em 10 minutos. Como não fui atendido passados que foram 15 minutos ordenei ao Ten. Cav. Santos Silva para fazer uma rajada da torre da Chaimite que comandava sobre as mais altas janelas do Quartel do Carmo.
Depois das rajadas solicitei a rendição do Quartel, mas como surgiu junto a mim o Exmo. Cor. Cav. Abrantes da Silva, solicitei ao mesmo que fosse ao Quartel do Carmo dialogar, para que quem lá estava não pensasse que a guerra era feita por um simples Capitão. Quando o referido oficial entrou no Quartel ficou junto a nós um Major da G.N.R. como refém. Como as negociações demorassem e a ordem para a rendição era imperativa passados que foram 15 minutos ordenei nova abertura de fogo só com armas automáticas sobre a frontaria do Quartel. Continuavam sem responder às minhas solicitações de rendição quando já tinha perdido as esperanças de resolver o problema sem utilização de armas pesadas, surgiram 2 civis com credencial de Sua EX. o General António Spínola que entraram no Quartel para dialogar com o Presidente do Conselho. Demoraram cerca de 15 minutos e saíram dizendo-me que se tinham de deslocar à residência do referido oficial General. Em face da situação ordenei ao Ten. Cav. Assunção para se deslocar no meu Jeep e transportar os referidos civis. Entretanto desloquei-me ao Quartel onde verifiquei que a disposição do pessoal era de se render. Falei cerca de 15 minutos com o General Comandante do Q.G. da G.N.R. e outros oficiais superiores. Pedi audiência ao Prof. Marcello Caetano no que fui atendido. A conversa decorreu a sós e com grande dignidade. Nela o Professor Caetano solicitou que um oficial General fosse receber a transmissão de poderes para que o Governo não caísse na rua.
Pelas 18 horas chegou ao Quartel do Carmo Sua EX.8 o General António de Spínola acompanhado pelo Ten. Cor. Dias de Lima. Entretanto havia viaturas com combustível quase esgotado e necessidade de óleo para os motores e sistemas hidráulicos. O senhor José Francisco agente comercial - morador na Rua Serpa Pinto, n.º 8-5.0-Esq. - Odivelas, que desde os primeiros momentos se colocara à disposição das NT e passara a servir de elemento de ligação orientou uma viatura nossa no deslocamento até à Zona da estação de Santa Apolónia onde em estações de serviço requisitámos combustível e os óleos necessários.
Pelas 19 horas levantámos cerco ao Carmo para nos dirigirmos ao Quartel da Pontinha tendo ficado na zona somente as forças do RI 1.
O Professor Caetano e os outros elementos do Governo, foram conduzidos na auto-metralhadora Chaimite "BULA", que ao mesmo tempo deu escolta à viatura civil onde se deslocava Sua Ex.a o General Spínola também em direcção à Pontinha.
Na Rua António Maria Cardoso pelas 15 horas agentes na D.G.S. instalados na .sede abriram fogo sobre a multidão que se aglomerava na referida rua tendo causado 1 morto e 2 feridos que foram transportados nas nossas ambulâncias.
Pelas 21 horas atingimos a Pontinha e por não ter instalações disponíveis tivemos que nos deslocar para o Colégio Militar. onde o Exmo. Brigadeiro Ramires pôs as instalações à nossa disposição e forneceu 3.8 refeição a todo o pessoal.
Pelas 22 horas comandando 6 viaturas blindados segui para o RL 2 às ordens do Exmo.
Major de Cav. Monge com vista à rendição dos RL 2 e RC 7 e prisã
o dos respectivos Comandantes. Esta acção terminou pela 1.30 horas do dia 26 de Abril de 1974 pelo que ficámos instalados no RC 7.
DIA D + 1
Pelas 8,30 horas seguimos em patrulhamento para o centro da cidade e pelas 11 horas tomamos conta do edifício da Defesa Nacional a fim de garantir a segurança das individualidades que lá foram tomar posse.
Recolhemos ao RC 1 pelas 19 horas e durante todo o tempo em que estivemos na Cova da Moura foi extraordinário o apoio da população às nossas tropas ao ponto de no prédio em frente à. Defesa Nacional várias senhoras terem cozinhado o almoço para todo o pessoal. As forças que permaneceram no Colégio Militar ficaram sob o comando do capitão Cav. Tavares de Almeida e pela; 3 horas escoltaram Sua Ex.ª o General António de Spínola à RTP Lumiar, tendo regressado pelas 2.30 horas. Pelas 3 horas seguiram para a Pontinha a fim de defender o P.C.
Pelas 5 horas o tenente Cav. Santos Silva deslocou-se para a Rua do Alecrim a fim de cercar o comando da DGS tendo regressado pelas 19 horas.
Também pelas 19.30 horas o Cap. Cav. Tavares de Almeida, recebeu ordem de regresso 8 Santarém, atendendo ao desgaste físico do pessoal sob o seu comando; chegaram ao seu destino tendo a quase totalidade da população de Santarém a recebê-los.
DIA D + 2
Cerca das 3 horas o Ten. Cav. Santos Silva recebeu ordens para com 2 viaturas blindadas escoltar a Tomar o Exmo. Coronel de Cav. Francisco Morais. Cmdt. da Região Militar de Tomar; chegaram a Santarém pelas 4 horas e a escolta para Tomar foi efectuada sob o comando do Cap. Cav. Cadavez.
Pelas 9.30 efectuámos um patrulhamento pelo centro da cidade que se encontrava calma tendo regressado cerca das 12 horas; para voltar a sair pelas 14 horas a fim de escoltar os arquivos existentes na Escola Prática da DGS. Às 19 horas chegou um RC 7 pessoal sob o comando do Cap. Cav. Cadavez a fim de substituir todo aquele que se encontrava sob o meu comando, substituindo o mesmo nas 4 guarnições das 4 viaturas blindadas que continuaram no RC 7.
Pelas 2 horas regressei com as 3 EBR, uma ETT e o pessoal rendido tendo atingido Santarém às 22.30 horas.
4 - ADMINISTRAÇAO E LOGISTICA - a) Distribuídos a cada homem rações de combate para os dias 25 e 26 de Abril 74; b) Serviço de Saúde - 2 equipas constituídas por um enfermeiro e 1 maqueiro cada, a deslocar nas duas ambulâncias.
5 - COMANDO E TRANSMISSOES - Posto Comando em Jeep. Rede de Comando, ver anexa Ordem Operações MOFA.
6 - DIVERSOS - Fui depois Informado por oficiais da G.N.R. do Quartel do Carmo que o Prof. Marcelo Caetano desde as 8.30 horas do dia 25 que declarava que se rendia. se fosse um Oficial General a receber a rendição. Este facto não foi comunicado pelo Comandante do Quartel do Carmo e deste modo a rendição só se efectuou depois das 15 horas.

Sob o cansaço da viagem. Fernando Pinto do Amaral


Quartos de hotel

Chegas sob o cansaço da viagem,
poisas a mala, despes o casaco
e eis mais um quarto de mais um hotel:
como numa memória descritiva,
fazes o inventário maquinal
de cada recanto, de cada objecto
- à entrada, os armários e a casa de banho,
e depois, mais ao fundo,
a cama que desejas confortável,
duas ou três cadeiras, um sofá,
ou um outro quadro com cenas campestres,
uma mesa que dê para escrever,
o minibar com as minibebidas
e a televisão das últimas notícias
em língua que consigas decifrar.

Acabas de apagar a última luz
e à espera do sono ainda perguntas:
Quem passou por aqui? Quem pernoitou
exactamente neste quarto, igual
a milhares de outros quartos em milhares de hotéis?
Que esperanças ou angústias respiraram
estas quatro paredes? Madrugadas
de sonho ou pesadelo, êxtases ou naufrágios
de corpos, como  teu sobre esta cama
- e tudo isto imaginas no silêncio
que vem do corredor e agora te deixa
pouco a pouco submerso, afogado
no lento precipício que há dentro de ti.

Estás num quarto de hotel, apenas isso
- um quarto que, apesar deste poema,
esquecerás amanhã quando partires.

Fernando Pinto do Amaral, Pena Suspensa. Lisboa, Publicações Dom Quixote, 2004, p. 22-23.

terça-feira, 23 de abril de 2013

Comparamo-nos com essas pessoas. Orhan Pamuk


A meio da noite, quando dormimos profundamente, o nosso autocarro entre numa pequena vila. As luzes da cidade são mortiças e os seus edifícios estão em mau estado. Não há ninguém nas ruas. Mas, do alto das janelas do autocarro, vemos uma casa cujas cortinas estão abertas. Talvez o autocarro pare aí num semáforo. E, no meio de toda esta actividade, damos subitamente por nós a olhar pelas cortinas abertas de uma casa numa rua lateral, numa pequena vila onde não conhecemos ninguém, onde vemos pessoas a fumar de pijama, a ler o jornal ou a ver as últimas notícias antes de desligarem a televisão. Todos os que já viajaram de autocarro pela Turquia durante a noite passaram por isto. Por vezes, o nosso olhar encontra-se com o destas pessoas na privacidade das suas casas. Num instante, passamos de cem quilómetros por hora para uma paragem completa, e deparamos com os detalhes mais embaraçosos e íntimos das suas vidas vagarosas. Estes são momentos ímpares, em que a vida nos mostra, desta misteriosa forma, que o mundo é feito de muitas vidas diferentes e de muitas pessoas diferentes. Quando abrimos um frigorífico, vemos recipientes diversos e tomates que nos fazem invejar essas outra espécie de vida. Comparamo-nos com essas pessoas. Interessamo-nos por este ou aquele aspecto das suas vidas, e gostaríamos de estar nessas mesmas vidas. Sonhamos ser mais como essas pessoas, de nos tornarmos nelas. Ser atraído por outra vida é compreender quanto as nossas próprias vidas são relativas, mas também únicas.

Orhan Pamuk, Outras Cores. Ensaios Sobre a Vida, a Arte, os Livros e as Cidades. Lisboa, Editorial Presença, 2009, p. 267.

sexta-feira, 19 de abril de 2013

No regresso da tua primeira viagem ao estrangeiro. Paul Auster


Há recordações que te são tão estranhas, tão incríveis, tão fora do reino do plausível que tens dificuldade em conciliá-las com o facto de seres a pessoa que passou pelas situações de que estás a lembrar-te. Aos dezassete anos de idade, por exemplo, num voo de Milão para Nova Iorque, no regresso da tua primeira viagem ao estrangeiro (para visitar a irmã da tua mãe em Itália onde vivia havia doze anos) sentaste-te ao lado de uma rapariga de dezoito ou dezanove anos, atraente e muito inteligente, e, depois de uma hora de conversa, passaram o resto da viagem a beijar-se com uma sofreguidão lasciva, apalpando-se apaixonadamente na frente dos outros passageiros, sem a mínima gota de vergonha ou timidez. Parece impossível  que aquilo tenha acontecido, mas aconteceu. Mais estranho ainda foi quando no ano seguinte, na manhã do último dia da tua excursão à Europa, aquela que começou pela travessia do Atlântico num navio de estudantes, entraste num avião no aeroporto de Shannon, na Irlanda, e deste contigo sentado ao lado de outra rapariga bonita. Ao cabo de uma hora de conversa séria sobre livros, faculdades e aventuras de verão, começaram os dois na marmelada, atirando-se um ao outro com tal fúria que acabaram por se cobrir com uma manta, e debaixo da manta as tuas mãos percorreram-lhe o corpo todo e entraram-lhe pelas saias acima, e só graças a uma férrea força de vontade se coibiram de entrar no território proibido da trancada pura e dura. Como pode ter acontecido semelhante coisa? As energias sexuais da juventude são tão poderosas que a simples presença de outro corpo pode servir de indução às relações sexuais? Se fosse hoje não fazias o mesmo, nem sequer ousavas pensar em fazer o mesmo – mas também já não és jovem.

Paul Auster, Diário de Inverno. Lisboa, ASA, 2012, p. 144-145.

Caminha-se três dias sem se encontrar água. Marco Polo


Quando se deixa Cherman, cavalga-se sete dias por caminhos muito difíceis; e dir-vos-ei como. Caminha-se três dias sem se encontrar água, a não ser esverdeada, salgada e amarga; quem bebesse apenas uma gota, ficaria com distúrbios intestinais, quem comesse um grão daquele sal, que se faz dessa água, teria a mesma sorte; e por isso leva-se bebida para todo aquele caminho. Apenas os animais bebem aquela água com muito custo e para não morrerem de sede. Nestes três dias de caminho não se encontra nenhuma habitação, e tudo é deserto e árido; não há animais porque não teriam nada para comer.
Ao fim destes três dias encontra-se um outro lugar, que dura quatro jornadas, nem mais nem menos, feito como as três, onde há burros selvagens. No fim destas quatro jornadas termina o reino de Charman e entra-se na cidade de Cobinan.

Marco Pólo, Viagens. Lisboa, Assírio & Alvim, 2008, p. 40-41.

terça-feira, 16 de abril de 2013

Acho que realmente te trago comigo, não só dentro, mas um pouco a meu lado. António José Saraiva

Paris, 4 de Agosto de 1964


Querida

Não são ainda 5 horas da manhã e estou há menos de uma hora num cafezinho da praça Villiers, que por grande sorte encontrei aberto. Afinal, a porteira não abriu (era de esperar) e não tive outra solução senão instalar-me no banco do meu jardim. O banco vai ficar histórico. Como um clochard, abri o saco, tirei a garrafa de cerveja e o pão. Depois, tratei de me estender ao comprido. Dormitei, lutei contrato frio até às quatro da manhã. Por fim, tive de me levantar, o frio expulsou-me do banco. Passeei pelos boulevards próximos, desertos. Depois, lembrei-me de que havia 700 e tal francos comigo e tornei-me circunspecto, cada vez que via um vulto ao longe. O pior está passado. Com uma chávena de chá, um croissant e uma aspirina espero expulsar a fadiga que me atazana os rins e me traz cambaleante. É um fácies de Paris inutilmente trabalhoso, porque tencionava reservar o mau passadio deste noite para a viagem. O corpo pagaria o ganho de tempo. Assim, o corpo deitou a energia fora inutilmente, como se estivesse muito folgado e fresco, depois da corrida pelos cais e corredores da estação, depois das caminhadas de hoje por Paris a fazer isto e aquilo. Aquelas caminhadas que tu também conheces e a que dás prodigamente o corpinho.
Querida,maçada vez que disponho de um vão de tempo, ponho-me a falar contigo por escrito. É o que imediatamente me apetece. E posso-te dizer coisas absolutamente insignificantes, como vês. No entanto, não sofro agudamente com a tua ausência. Acho que realmente te trago comigo, não só dentro, mas um pouco a meu lado. Como se tu realmente estivesses aqui e não te pudesse falar de viva voz. Mas, às vezes, sou chamado à realidade e penso, por exemplo, que, enquanto eu vou apanhar sol e mar, tu ficas aí a secar, no barulho dos tramways e nos cafés.
No entanto, minha Querida, pensa que o próprio isolamento em que estás e a aridez da vida que levas são uma oportunidade para te concentrares intelectualmente. Há coisas que só de fazem numa certa incomodidade exterior. Estou certo de que vais trazer trabalho feiro de Vincennes, ao passo que eu não ou fazer nada antes do regresso a Paris. Também vamos lá que há três anos não conheço praia e estou mesmo a precisar de me espreguiçar na areia. Estou intoxicado, olheirento, amarelo. Espero vir melhor.
A coisa que mais me incomoda na tua ausência é eu não saber como estás passando, se te sentes bem, se mal. As tuas notícias são importantes para mi, não só porque me confortam, mas também (e principalmente) porque me informam a teu respeito. Com atraso, pelo menos, de 24 horas, mas já é alguma coisa. É por isso, também, que gostaria de te poder telefonar e que telefonasses, se alguma vez tivesses necessidade disso. 
Despedi-me ontem do Victor Knoll, que vai para o Brasil dentro de 15 dias. Levou recados meus para várias pessoas, e perguntou-me, especialmente, se continuo interessado em ir para lá. A propósito: tive a ideia de tentar, daqui, arranjar maneira de mandar por entidades competentes o teu curriculum teatral com vista a mandares para lá. Falaremos nisso quando nos virmos.
Faltam 20 para as 5. O dia está completamente claro. Acho que é uma estupidez as pessoas estarem na cama a esta hora. Se tentássemos, em Outubro, começar o trabalho às 6 da manhã? Seriam 6 horas até ao meio dia.
Hoje, fico por aqui, minha Presença. Mas podes falar comigo sozinha, que eu também estou a falar contigo.

António

P. S. - Imagina que te faço muitas tremuras, que te ponho a mão pelo ombro (é um pensamento que me veio ontem muitas vezes), que te beijo, que te ponho tida confortada de carinho. Vontade não falta!

Ernesto Rodrigues (org.), Cartas de Amor de António José Saraiva a Teresa Rita Lopes. Lisboa, Gradiva, 2013, p. 22-23.

A cidade de Fugiu. Marco Polo

Ora sabei que esta cidade de Fugiu é capital do reino chamado também de Fugiu, que é uma das nove partes nas quais de divide o Mangi. Nesta cidade faz-se grande comércio e existem artesãos. São idólatras e súbditos do Grande Cã. E o Grande Cã tem aí um grande exército por causa das cidades e dos castelos que frequentemente se rebelam e, por isso, imediatamente lá acorrem a dominá-las e destruí-las. No meio desta cidade, há um rio com largura de mais de uma milha. Aqui fabricam-se muitos barcos, que navegam naquele rio. Aqui produz-se muito açúcar e faz-se comercio de pedras preciosas e de pérolas que são trazidas, pelos comerciantes, da Índia. Esta terra está próxima do porto de Catun, no Mar Oceano: são trazidas para aqui, da Índia, muitas coisas caras. Possuem tudo em abundância e têm belos jardins com muitos frutos; é tão bem ordenada que é uma beleza.

Marco Polo, Viagens. Lisboa, Assírio & Alvim, 2008, p. 149.

segunda-feira, 15 de abril de 2013

Rimbaud em viagem

Autor: Jean Ipousteguy, 1985 (Place de l' Arsenal)

domingo, 14 de abril de 2013

Viagem imaginária de Hugo Pratt



Hugo Pratt foi a todo o lado, visitou tudo. Os seus périplos não são imaginários, virtuais, surgidos no interior de um escritório ou num mansão rural. O mundo que lhe foi dado ver é o mesmo que nós vemos nas nossas viagens. O que fez de Pratt um artista invulgar é a transformação do que vê num mundo fantástico, simultaneamente real e irreal, no qual se confrontam uma realidade geográfica com fantasmas de mistura com histórias e personagens reais, que no entanto só existem no seu pensamento.
Esta exposição conta essa formidável “viagem imaginária” e traça a vida de Pratt não de forma cronológica, mas através dos grandes temas de viagem que percorreram a sua vida.

Marc Restellini, Le Voyage Imaginaire d’Hugo Pratt. La Pinacothèque de Paris, de 17 Mars au 21 Août 2011, p. 6

sábado, 13 de abril de 2013

Até então eu só tinha conhecido o deserto e as pistas das caravanas. Italo Calvino

As cidades e o desejo.

Da cidade de Doroteia pode-se falar de duas maneiras: dizer que se elevam das suas muralhas quatro torres de alumínio ladeando sete portas de ponte levadiça sobe o fosso cuja água alimenta quatro verdes canais que atravessam a cidade e a dividem em nove bairros, cada um deles com trezentas casas e setecentas chaminés; e tendo em conta que as raparigas solteiras de cada bairro se casam com jovens de outros bairros e que as suas famílias trocam os bens que cada uma tem: bergamotas, ovos de esturjão, astrolábios e ametistas, fazer cálculos com base nestes dados até saber tudo o que se deseja da cidade no passado no presente e no futuro; ou dizer como o condutor de camelos que me leva até lá: “Cheguei ali muito jovem, uma manhã, muita gente a acorrer pelas ruas a caminho do mercado, as mulheres tinham belos dentes e olhavam-nos bem nos olhos, três soldados em cima de um palco tocavam cornetim, por toda a parte giravam rodas e ondulavam letreiros coloridos. Até então eu só tinha conhecido o deserto e as pistas das caravanas. Nessa manhã em Doroteia senti que não havia nenhum bem na vida a que eu não pudesse aspirar. Com o passar dos anos os meus olhos voltaram a contemplar as imensidões do deserto e as pistas das caravanas; mas agora sei que este é só um dos muitos caminhos que se abriam á minha frente nessa manhã em Doroteia”.

Italo Calvino, As Cidades Invisíveis. 4a ed. Lisboa, Teorema, 2000, p. 13

sexta-feira, 12 de abril de 2013

A Viagem Necessária. Isabel Gouveia


A Viagem Necessária

Se buscarmos olhares de aprovação, quem irá aprovar os
nossos actos? Se buscarmos olhares de aprovação,
perdemos nosso tempo precioso, ficaremos horas, dias,
meses, anos, analisando nossas rugas de expressão,
nossas falas,
nossos gestos,
que provocam desagrado, ou ódio, ou repulsa.

Não imploramos o amor dos outros. Nem sempre é maldita
a provação do abandono. Pode ser essencial
para atingirmos a tempo a linha de chegada.
Nunca choremos pelo amor dos outros, que as lágrimas
perturbam a visão e apagam o fiel traço contínuo
da missão de que formos incumbidos.

Isabel Gouveia, Na Voz da Esperança Há Lágrimas. Poesia Completa. Lisboa, Alétheia Editores, 2012. p. 413.

quinta-feira, 11 de abril de 2013